El trabajo de un arquitecto es el de lograr materializar los anhelos del cliente, debe entenderlo a la perfección para así poder desarrollar una idea que le permita demostrar sus habilidades.

La inspiración llega a nosotros de maneras muy inesperadas, incluso en el momento menos pensado del día puede presentarse esa idea que nos lleve a lograr cosas únicas y maravillosas. Ese pensamiento debe ser igual para todo el proyecto, debe combinar y de cierta manera ser armónico con lo que se desea cumplir.

Es por eso que  cada cuarto tendrá su propio toque y su estilo único, capaz de envolver a quien lo mire y mejor aún a quien habite ahí. En este momento lanzamos una pregunta: ¿cuál es una de las habitaciones más importantes? Aunque no lo creas es el baño. ¿A qué se debe esto? La habitación de baño adquiere importancia debido a que, en ella la persona estará realmente sola, un momento íntimo en el que pueda ser quien realmente es.

Cada habitación mezcla elementos diferentes, pero en específico el baño debe ser estratégico acerca de cuáles utilizar como la iluminación adecuada, materiales especializados, espacios únicos, funcionalidad, diseños innovadores, entre otros detalles. Todos elegidos a detalle después de analizar el proyecto.

La inspiración necesaria para cada proyecto nacerá a través de la experiencia, una que en las manos del arquitecto tomará forma y logrará llevar algo tan simple como un baño a niveles que el cliente pueda apreciar.

Es por eso que debemos dejar todo en manos de los expertos, el arquitecto logrará traducir aspiraciones y la personalidad en un papel, un boceto en el que se pueda mezclar elementos, para así elevar las características al momento de iniciar la construcción. El trabajo de arquitectura no es sencillo requiere de tiempo, dedicación y disciplina, pero contemplar el resultado siempre será apasionante.