Es momento de una nueva entrada en Tenerife, en esta ocasión toca el turno hablar acerca de casas en la playa. Para algunas personas este tipo de vivienda, son únicamente vacacionales y para otras, es realmente un lugar para habitar y desarrollar su vida, pero, ¿en qué se diferencia una casa de playa al resto de las casas?

Prácticamente son lo mismo, la diferencia radica en los materiales que se utilizarán y en el acomodo de los espacios, al final del día, una casa en la playa es eso, un lugar donde habitar y convivir. Ese es el punto clave al desarrollar un proyecto de este estilo, el arquitecto, tiene bien claro que todos los espacios deberán ser diseñados de una manera que permita la convivencia y que puedan disfrutarse.

Como hemos mencionado en entradas anteriores, parte de la misión del arquitecto es la de escuchar a su cliente y convertirse en su aliado; más que otra cosa, el profesional de la arquitectura se transforma en un consejero que logra plasmar aquello que habita en la mente de su cliente.

Los materiales son de vital importancia, ya que estos nos permitirán disfrutar al máximo de nuestra casa en la playa. El juego de elección de los mismos es un trabajo en conjunto entre el arquitecto y el cliente. Elegirlos correctamente permitirá proteger el proyecto de los altos niveles de salitre que existe en el ambiente.

Una casa en la playa debe ser diseñada para disfrutarse, cada espacio, aspecto y rincón debe cumplir con este objetivo, ya sea para habitarse o como descanso exclusivamente; este tipo de estructuras juegan con el entorno y se convierte en parte de su atractivo. Para un arquitecto, este es un reto grande, pero uno que deja una experiencia como ningún otro.