Inspiración, esa es la clave, llega a través de la experiencia, el contacto con el cliente o clientes es lo que nos da pauta, es la precursora de todo, en ese primer acercamiento podemos entender qué es lo que se espera, su aspiración.

La experiencia se desarrolla a través de los años, es la que nos permite entender en preguntas clave ese plus que nuestro cliente espera del proyecto. Así es como todo comienza a tomar forma en la mente de un arquitecto.

Es gracias a la observación del entorno, estudio del espacio, de las formas, las experiencias profesionales y el profundo conocimiento en los procesos constructivos que las nuevas ideas de proyectos arquitectónicos comienzan a surgir  para posteriormente ser plasmadas en físico y así cobrar vida.

Todo gira alrededor de un concepto, este concepto es la piedra angular de cualquier proyecto ya que de este mismo se desprenderá la funcionalidad de la estructura arquitectónica.

¿Cómo se inicia una conceptualización? Preguntando, es así pero deben hacerse las preguntas correctas, ya que dependiendo de estas la respuesta será o no útil es por eso que en el primer contacto con el cliente se deben generar aquellos cuestionamientos que lleven al arquitecto a entender al 100% el proyecto que tiene entre manos.

Todo proyecto es único, presenta nuevas experiencias que deben aprovecharse, el arquitecto debe prepararse para cualquier eventualidad, debe estudiar a detalle cada situación que pueda presentarse y así llevar a una nueva etapa su propio trabajo.

Las ideas pueden nacer de cosas muy sencillas pero todas llevan un trabajo, ya que sin este se quedan en tan solo eso, simples ideas.

Como podemos notar la generación de ideas es vital para cualquier proyecto y aunque cada arquitecto tiene su propio estilo para inspirarse todos concuerdan en que una idea surge incluso en el momento más inesperado.

GRUPO TENERIFE